La trágica explosión de Beirut fue tan violenta que perturbó la ionosfera de la Tierra
A principios de agosto pasado, los residentes cerca del puerto libanés de Beirut vieron con horror cómo una de las explosiones no nucleares y provocadas por humanos más grandes de la historia arrancaba un trozo de su ciudad, dejando cientos de muertos, miles de heridos y cientos de miles sin hogar. Su impacto se sintió en todo el mundo: sensores tan lejanos como Túnez y Alemania captaron el profundo estruendo, y las estaciones sísmicas a unos 500 kilómetros (poco más de 300 millas) de distancia registraron su temblor. Ahora resulta que la explosión de Beirut hizo temblar las capas más altas de la atmósfera, y los datos resultantes podrían informar los esfuerzos futuros para vigilar las pruebas de armas realizadas por estados rebeldes. Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología de la India, Rourkela, y la Universidad de Hokkaido en Japón midieron las perturbaciones eléctricas en la ionosfera y encontraron que la explosión fue comparable al impacto de muchas erupciones volcáni